Fútbol tecnológico
Debo contarle al lector que soy fanático del fútbol y en las 2 últimas semanas que he ido al estadio, mi equipo perdió. Usted pensará que mi sola presencia es una mufa y probablemente tenga razón, sin embargo, lo lamentable de todo es que perdimos no sólo por las propias limitaciones, sino también porque en ambas oportunidades el árbitro nos perjudicó.
Sí, yo soy de aquellos que culpan al árbitro cuando determinan el curso de un partido y no me importa reconocerlo, y es que el arbitraje es muchas veces un factor concluyente y decisivo en el fútbol, y hay ocasiones donde marcan un claro punto de inflexión en los encuentros.
Acá relato los hechos: en el primer partido, a mi equipo le cobró 2 penales en contra, no sancionó una mano en el área para el equipo contrario (lo cual es penal) y una falta (también dentro del área) a favor de mi equipo, expulsó de la cancha a un jugador… en fin, un verdadero desastre. Y en el segundo encuentro… resumámoslo en que si Evo le soba cubre las espaldas a Hugo, este árbitro boliviano hizo lo mismo con sus vecinos venezolanos.
Me quedé pensando en cuánto faltará para que el fútbol incorpore la tecnología como parte estratégica del juego para comprobar cobros polémicos y que pueden ser determinantes para el resultado de un encuentro. El mayor acercamiento a este concepto en el fútbol es el uso de micrófonos (con audífonos) en la liga inglesa, que le permiten al primer árbitro comunicarse con el cuarto árbitro para discernir sobre cobros polémicos y jugadas que el árbitro no puede ver, pero aún sin recurrir a cámaras o repeticiones de jugadas.
En el fútbol americano y rugby, existen máquinas que repiten las jugadas dudosas sólo para los ojos de los árbitros, y en base a eso realizan sus cobros. En basketball existe un mesón con computadores y cámaras para determinar cobros difíciles como el tiempo exacto en que el balón sale de las manos del jugador en el momento del pitazo final (conocido como buzzer-beater). En el tenis, cricket y otros deportes, se cuenta con un innovador sistema (llamado Hawk-Eye) para seguir la trayectoria de la pelota, generando una imagen que ayuda a los jueces para la toma de decisiones en cobros difíciles.
En los juegos olímpicos del 2008, todos recordamos la polémica llegada de Michael Phelps en los 100 metros mariposa, que tuvo que ser rectificada con un sistema de bloques táctiles para definirlo como vencedor… y para no ponerse tan minuciosos, basta con mirar hacia atrás y recordar cómo la fotografía ayudó considerablemente a la definición de ganadores en las carreras de caballos.
Si bien estos sistemas no son 100% efectivos, reducen considerablemente los márgenes de error frente a los cobros de “ojo humano”.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, está en contra de que el fútbol pierda lo que él llama “su lado humano”, aunque también ha aclarado que la entidad que rige el deporte continuará experimentando nuevos sistemas en el futuro.
Creo que la tecnología debe estar al servicio del ser humano simplemente para ayudarle a hacer las cosas más fáciles y mejor, y no puedo encontrar razón alguna para que el “lado humano” del fútbol se pierda si usamos la tecnología para reducir los márgenes de error e “inducción al error” de los árbitros.
Aunque debo decir una cosa: ¡Cómo olvidar esa “Mano de Dios”, Diego!
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Categoría: Opinión.
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