Twitter en las organizaciones sin fines de lucro


Ya es conocido el gran poder de Twitter sobre las comunicaciones y la gran cantidad de información que puede brindarnos “al instante”. Sin embargo, Twitter puede ser mucho más que una simple entretención.

Hoy leí un artículo muy interesante sobre el poder que está empezando a tener sobre las organizaciones sin fines de lucro.

Scott Harrison es el fundador de Water, organización sin fines de lucro dedicada a llevar agua potable a sectores pobres de África. En Enero de este año, Harrison recibió un e-mail de una mujer británica que quería probar a Twitter como una herramienta de recaudación de fondos. Amanda Rose pensó que el sitio de microblogging, con sus 30 millones de usuarios, podría tener algún poder de recaudación de dinero y, si funcionaba, ella donaría este dinero recaudado en los pozos de Harrison.

Amanda Rose organizó el primer “Twestival”. A través del uso del poder de mensajería instantánea, Rose organizó una serie de 200 eventos de caridad fuera de línea en todo el mundo, desde conciertos en Nueva York hasta grupos de tejido en Bruselas, que plantea una combinación de USD $250.000 a partir de 10.000 nuevos donantes. El Twestival se convirtió en una revolución del microblogging y Harrison logró la reputación de Water como un coloso de los medios de comunicación social.

A tanto llegó esta iniciativa que incluso organizaron una perforación en vivo en Etiopía. Water perforó el primer pozo del “Twestival” en vivo, transmitiendo vía satélite a 202 ciudades.

El gran aporte de la web 2.0 es su colaboración y participación que es justamente lo que las organizaciones sin fines de lucro buscan. Más allá del dinero (que obviamente es la forma de hacer funcionar y lograr una gran cantidad de proyectos), este tipo de organizaciones han logrado conseguir voluntarios que aportan con su trabajo y dando a conocer los distintos proyectos y misiones que se han propuesto. Han logrado comunicar masivamente y en tiempo real las acciones que se está llevando a cabo en cualquier parte del mundo y, por consecuencia, han aumentado su reputación, los voluntarios y aportes en dinero para este tipo de instituciones.

¿Será esta una nueva forma de “hacer negocio” para las organizaciones sin fines de lucro?

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Categoría: Opinión.




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